La más nueva entrega de Disney, Los Muppets, es una clara muestra de que aún en tiempos como éstos podemos encontrar humor de calidad, sin necesidad de apelar al impudor, a la desgracia ajena o a los fluidos corporales.
En el caso de Los Muppets, aplica aquél dicho que dice que el todo es mejor que la suma de sus partes. Es decir, cuando se analizan cada uno de los aspectos de la cinta por su parte, podremos ver que es una película buena, mas no memorable. Sin embargo, es la forma en que se complementan guión, dirección, actuaciones y producción lo que hace de esta película una de las mejores comedias del año.
Si bien el trabajo de James Bobin como director no es muy destacable, al menos puede notarse su esfuerzo por ejecutar un excelente guión como el de ésta película. Escrito por Jim Henson (creador de los Muppets), Jason Segel y Nicholas Stroller contiene diálogos inteligentes, que a la vez son intrínsecamente graciosos, acompañados de situaciones poco convencionales que van desde asuntos que conciernen a la historia de la película, hasta líneas donde se habla de aspectos técnicos del mismo guión.
En cuanto a actuaciones, podemos dejar a un lado a Peggy, Kermit y compañía, ya que no nos podemos poner exigentes con el brazo de un actor, sin embargo, es increíble el hecho de estar viendo una mano actuando, y que ésta pueda dar vida a una marioneta, junto con la voz y un excelente diseño de personaje. Pero en cuanto a actuaciones humanas, hablando específicamente de Jason Segel, Amy Adams y Chris Cooper podemos decir que no hay nada nuevo bajo el sol. Esto es, son buenas actuaciones, pero nada que no hayamos visto antes. Es bien sabido que son buenos actores, y con Los Muppets, su reputación permanece impecable. No obstante, el casting en este film tiene varias sorpresas, con apariciones inesperadas de celebridades, que añaden un toque VIP a la cinta.
Los números musicales, por otra parte, aportan mucho a la cinta haciendo más amenas algunas escenas y ayudan a transmitir las emociones con eficacia y ritmo. Sin embargo, hubo un par de números que se hacían un tanto monótonos y parecían innecesarios, y en el caso de uno, los mismos Muppets reparan en esto y tratan de compensarlo con percusiones. Es ahí donde se nota lo brillante del guión y la sinceridad con que se cuenta la historia.
Finalmente, Los Muppets es una buena cinta tanto para niños, jóvenes y adultos, que cumple con la regla de oro que rigió a los estudios de Walt Disney durante su mejor época: No pensar en la audiencia, sino en aquel rincón dentro de cada uno de nosotros que permanece inocente y puro al momento de hacer una película
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